El arqueólogo Howard Carter descubrió en 1922 la primera tumba casi intacta de un rey de Egipto. Se trataba de un recinto muy sencillo, no preparado para un miembro de la realeza, pero que fue transformado a toda prisa para albergar al joven faraón Tut-Anhk-Ammón; tan pequeña era la estancia que resultó difícil alojar el suntuoso y complejo ajuar funerario.
Se trató de un descubrimiento realmente importante, puesto que la mayoría de las tumbas del Valle de los Reyes fueron saqueadas en la Antigüedad. La excavación determinó que los ladrones habían entrado un par de veces en la tumba y que los sacerdotes de la Necrópolis volvieron a sellarla. A pesar de las maldiciones, la tentación de conseguir los tesoros acumulados en las tumbas era demasiado fuerte, así que, con este descubrimiento, los arqueólogos encontraron la oportunidad de descubrir cómo se llevaban a cabo los enterramientos de los faraones del Imperio Nuevo.
El 4 de Noviembre de 1922 apareció el primero de los 16 escalones que conducían al sepulcro largamente buscado. La tumba pasó a denominarse KV62 (tumba nº 62 del Valle de los Reyes), y, debido a la sencillez de su estructura se cree que estaba preparada para Ay, el gran visir de Tutankhamón, pero que fue modificada para el propio faraón debido a su repentina muerte.
La excavación de la tumba comenzó por la antecámara, la cual contenía 700 objetos que fueron vaciados en sentido contrario a las agujas del reloj, dejando para el final los carros que se hallaban en un rincón. Sólo permanecieron en ella los dos guardianes que flanqueaban la puerta de acceso a la cámara funeraria.
El 17 de Febrero de 1923 se efectuó la apertura oficial de la cámara del sarcófago, la única que cuenta con pinturas murales.
El sarcófago estaba colocado en el interior de una "naos", encima de un trineo arrastrado sobre la arena por un grupo de cortesanos, "los nueve amigos". Tras ellos aparecen los visires del Alto y Bajo Egipto y cierra la comitiva un personaje identificado como Horemheb, hombre fuerte del gobierno y futuro faraón.
La cámara funeraria estaba ocupada por una gigantesca capilla que encerraba otras tres y un sarcófago de cuarcita, dentro del cual tres ataúdes protegían la momia del rey. En el sarcófago, las diosas Isis, Neftis, Neith y Selkit, situadas en las esquinas, extendían sus alas envolviendo al faraón en un abrazo protector. Dentro del sarcófago se hallaron más de 150 amuletos y joyas, destacando la famosa máscara de oro y lapislázuli.
En el muro oriental de la sala del sarcófago se abría la sala conocida como la "cámara del tesoro", protegida por el chacal Anubis, guardián de las necrópolis. Detrás se encontraba la capilla dorada, con cuatro vasos canopes, dentro de los cuales se hallaban, en pequeños ataúdes de oro, las vísceras del rey.
En la cámara del tesoro se hallaron también pequeñas estatuas del rey, así como dos pequeños ataúdes con fetos femeninos, uno de ellos momificado. Se supone que se tratan de dos hijas del faraón nacidas prematuramente y que, junto a su padre, partieron en busca de la eternidad.
Y una última cuestión, ¿de verdad existe una maldición relacionada con las momias? Os dejo con la opinión de algunos expertos:
Fuentes: Revista Historia National Geographic nº24
Programa de tv Cuarto Milenio. Iker Jiménez
Y una última cuestión, ¿de verdad existe una maldición relacionada con las momias? Os dejo con la opinión de algunos expertos:
Fuentes: Revista Historia National Geographic nº24
Programa de tv Cuarto Milenio. Iker Jiménez
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on martes, 17 de febrero de 2009
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